Vigilar, controlar y analizar
los procesos y experiencias democráticos

Reflexionar sobre las vías y medios que permitan la instalación de la democracia allí donde no existe o su reconstitución donde se ha deteriorado, o favorecer su sostenimiento y defensa donde se encuentra radicada.

Observatorio Iberoamericano de la Democracia

El Observatorio Iberoamericano de la Democracia, es una asociación civil no gubernamental que adquiere personería jurídica con la Resolución IGJ/No. 000468 de la Inspección General de Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina, dictada el 27 de junio de 2007; y la integran un conjunto de académicos e intelectuales, docentes e investigadores, y hombres con formación de Estado o experiencia institucional en la defensa de la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho.

En lo particular, de acuerdo con sus estatutos, el Observatorio tiene como objeto vigilar, controlar y analizar desde la sociedad civil y en sede de la opinión pública los procesos y experiencias democráticos; reflexionar sobre las vías y medios que permitan la instalación de la democracia allí donde no existe o su reconstitución donde se ha deteriorado, o favorecer su sostenimiento y defensa donde se encuentra radicada; y al efecto, busca reforzar la solidaridad iberoamericana e internacional a favor de aquélla, del Estado de Derecho, y del respecto, garantía y tutela efectiva de los derechos humanos.

Instalación de la democracia allí donde no existe o su reconstitución donde se ha deteriorado

¿Dónde y cuándo actuamos?

El Observatorio Iberoamericano de la Democracia, en sede académica como deliberativa, sin constituirse en una ONG receptora y tramitadora de denuncias, tiene entre sus propósitos investigar, conocer y analizar las situaciones que comporten eventuales violaciones o el deterioro de los estándares de la democracia reconocidos internacionalmente, así como verificar sus causas y consecuencias dentro de la comunidad iberoamericana de naciones.

Es su propósito recomendar a sus sociedades civiles y políticas la adopción de las soluciones, medidas necesarias o iniciativas que permitan la modificación de las tendencias que inciden negativamente sobre sus respectivas experiencias democráticas; y cooperar con ellas a fin de que procuren el fortalecimiento de los elementos esenciales de la democracia – derecho humano de los pueblos – como de los componentes fundamentales de su ejercicio.

Para sus cometidos, el OID sigue de cerca las enseñanzas de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos acerca de la democracia, en interpretación sea de la Convención Americana de Derechos Humanos, sea de la Carta Democrática Interamericana como exégesis auténtica de la anterior. Analiza igualmente los criterios de la Corte Europea de Derechos Humanos y las opiniones de la Comisión de Venecia, entre otras fuentes normativas e institucionales. No obstante, atendiendo el criterio de la progresividad interpretativa, hace valer su juicio crítico y no dogmático acerca de las mismas enseñanzas, con vistas a su perfectibilidad y sobre todo para su efectividad operativa en el nuevo contexto histórico y sociológico global sobre las que deben desplegarse.